lunes, 7 de abril de 2014

Emotivo e intenso texto el que ha redactado Fernando Cuadrado para la presentación de mi exposción " De copla y castañuelas" .



De copla y castañuelas

Eres mi vida y mi muerte,
 te lo juro, compañero,
 no debía de quererte,
 no debía de quererte,
y sin embargo, te quiero” 

¿Quién no se ha puesto en la piel de la mujer que nos habla en esta copla y ha sentido en sus propias carnes estar atrapado por un sentimiento tan poderoso que no atiende a la lógica ni a la razón, por una pasión que, a todas luces, acabará destruyéndonos, pero que no podemos hacer nada para librarnos de ella? Esta es la materia de la que se nutre la nueva colección de collages que nos presenta la artista murciana Miriam Martínez Abellán, dentro de su proyecto collagexmiriam. La novena en su trayectoria creativa. En ella, ha convertido en algo físico, visible, las distintas historias que se nos cuentan en otras tantas letras, muy conocidas, del amplio repertorio de pasiones desmesuradas que nos ha legado la copla española. Una mujer que llora lágrimas doradas; símbolo de un dolor que da vida y, por tanto, a pesar de herir lo estima y se convierte en algo valioso para ella, está atrapada tras unos hilos, rojos como la sangre, tejidos sobre trece púas que parecen clavársele en lo más profundo. Así ve la artista a la mujer cuya palabra escuchamos en la famosa copla Y sin embargo te quiero, alguien que ama profundamente a un hombre que nunca la querrá de ese modo. Y ahí es donde radica la esencia sentimental de estos personajes, atormentados por unas pasiones que los asolan por dentro, pero que, por otro lado, no pueden o no quieren dejar de sentir.
Para ello, la artista, ha utilizado un nuevo soporte en relación con sus anteriores trabajos. Se trata de catorce maderas de color negro, pintadas a mano, oscuras como el tormento que habita el alma de algunas de las protagonistas, casi siempre mujeres, de las historias narradas en los textos de Rafael de León, Antonio Quintero o Federico Valverde, en los que se inspira. Juegos visuales basados en el simbolismo de imágenes y objetos mezclados , y en los contrastes cromáticos generados por todos estos elementos, al convivir en el nuevo espacio semiótico que suponen las catorce maderas, a modo de escenarios donde se dramatizan las historias de un nutrido grupo de personajes, llenos de pasión y vida, a pesar de los pesares.
 Un fondo oscuro, igual que el alma de la Lirio, a modo de tablao sobre el que resaltan unos rostros de mujeres llorosas, que recuerdan a la imaginería religiosa de Semana Santa, o de mirada perdida, igual que nos imaginamos a la protagonista de Tatuaje, quien busca incansable, de puerto en puerto, a aquel marinero que le dejó tatuado, a fuego lento y para siempre, el corazón. Y cuyo barco observamos navegar en el fondo de una lata de conservas. De nuevo, la mujer se convierte en el eje visual, en el centro alrededor del que Miriam crea sus composiciones y los objetos vuelven a compartir espacio con imágenes, sacadas de revistas de la época, y fragmentos de texto caligrafiados en blanco sobre la madera. Se trata de dar una nueva textura a los versos de una canción y a los acordes de una música, que, por lo general, nos narran historias de amores desdichados y condenados al fracaso, la vida misma.
Esto ocurre con María de O, La bien pagá, María la Portuguesa, La Tani y así hasta catorce nombres de mujer  que nos acercan a nuestra tradición más castiza, al género de la copla, también llamado, ojo a la antonomasia, canción española. Banda sonora de la España de los años cuarenta y cincuenta, una España dolorida, que sufría, como las mujeres de estas historias, una durísima posguerra en un país dictatorial, en el que nada se podía criticar de puertas para fuera y que convirtió a este género, que se sumerge en el interior de los sentimientos humanos, en seña de identidad.
Miriam se ha guiado en todo momento por los discos del gran Carlos Cano, con esa voz tan profundamente cautivadora y pasional, junto con alguna original de la época cantada por la mismísima Conchita Piquer, icono eterno del género.
La exposición ha sido creada para ser expuesta en las paredes del local de la Asociación cultural Murcia flamenca, en la calle Victorio nº 16, desde el próximo sábado, 12, hasta el 30 de Abril de 2014, con motivo del aniversario de la peña murciana.

 Texto de Fernando Cuadrado Mulero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario