LATENTE
No soy definitiva.
Voy siendo un sólo instante y me convoco
Me invento cada vez, sin embargo,
No soy definitiva, ya lo dije.
No soy definitiva.
Ninguna de estas formas
que contemplas.
Ninguno de estos cuerpos
son el mío.
No soy esta mujer,
tampoco otra.
Voy siendo un sólo instante y me convoco
al fuego del amor, a su
momento.
Me invento cada vez, sin embargo,
me dejo de inventar
como quien sueña
que adopta mil figuras
caprichosas,
que escapa de su
hechura y su contorno.
No soy definitiva, ya lo dije.
Seré lo que el amor
quiera que sea.
Inma Pelegrín
La modernidad en el
arte estuvo marcada por la búsqueda de nuevas formas expresivas en un mundo que
había sido testigo de enormes transformaciones, como nunca antes las hubo, y
experiencias traumáticas que afectaron a la humanidad entera. Una nueva realidad
necesitaba de un lenguaje diferente con el que representar los cambios
experimentados. Artistas como Braque o Picasso dejaron de conformarse con
una dimensión plana del soporte y empezaron a ensamblar objetos, fotografías y
toda clase de materiales en sus trabajos, creando así otras
texturas que dieron origen al collage.
No podríamos entender
el arte del siglo XX sin esta técnica, al igual que no podríamos entender el
trabajo de Miriam Martínez Abellán sin la figura femenina, siempre presente y protagonista.
El dadaísmo de Hannah Höch o los cuadros de Leonora Carrington también han sido
dos de sus referentes a este respecto.
Estamos ante la mirada
de una artista conceptual sui generi, ya que las ideas que
transmiten sus obras son tan importantes como los aspectos formales y sensibles
de las mismas. A ello se suma una visión surrealista que expresa con una
estética colmada de símbolos. Por eso, nada de lo representado es fortuito y en
todo hay un sentido universal o personal que el espectador puede deducir.
En Latente, unos cromos antiguos con forma de molusco tapan
los rostros de unas divas de los años 50 y no sólo las diluyen en el anonimato,
sino que significan mucho más en este nuevo contexto, llenándose de
connotaciones: evolución personal, protección, intimidad o pura sensualidad.
Todos los elementos en sus obras nos invitan a indagar, eso las hace tan
atractivas. El sugerente título ya pone en predisposición de buscar lo que
existe pero está oculto.
Llaman la atención en
el trabajo de Miriam los múltiples materiales que utiliza para sus creaciones,
que son fundamentales para comprender su modus operandi. La
evolución en la utilización de los mismos a lo largo de su trayectoria marca un
antes y un después. En esta exposición, que agrupa obras de diversas series, se
puede comprobar esta depuración en los componentes: desde la copiosa
utilización de objetos reciclados que caracterizó sus inicios, hasta la
sencillez del metacrilato combinado con el acrílico en las más recientes. Las
imágenes vintage, sin embargo, son un remanente inalterado,
consecuencia de su gusto por lo retro y que envuelven su iconografía en un aire
nostálgico y seductor.
Una idea, un
tema, una imagen, una canción, un objeto encontrado en alguna calle, en algún
mercadillo de segunda mano son pretexto inspirador para algo más elevado. Todo
forma parte de un continuo proceso de reflexión sobre la experiencia
vivida y de investigación acerca de lo que cada nueva singladura va ofreciendo
a la artista. Un minucioso y delicado trabajo hecho a mano que rezuma
sensibilidad y sentido del gusto, resultado de una búsqueda incesante. También
hay que destacar los acabados casi perfectos que,tratándose de una técnica
analógica, son aún más meritorios.
En Latente podemos
ver obras de reciente creación realizadas ex profeso para esta sala de La Casa
del Mar en Mazarrón. Otros trabajos de series anteriores completan la muestra,
como los expuestos en el Museo Siyâsa de Cieza, en la Fundación Casa Pintada de
Mula o en Espacio Pático de Murcia, entre otros.Una treintena de obras,
elaboradas entre 2015 y 2017, en las que el soporte elegido por la artista es
la tabla de madera pintada o el papel Fabriano de alta calidad.
Cada obra de Miriam
Martínez Abellán es un autorretrato, un rincón en el que soñar, una historia en
la que el espectador es el narrador y en la que cada uno puede escribir su
propio final o iniciar su particular viaje.
Nono García (Comisario
de la exposición)
"12 segundos de oscuridad"
58,5 x 77,5 cm
Collage, acrílico y metacrilato sobre tabla.
58,5 x 77,5 cm
Collage, acrílico y metacrilato sobre tabla.
"Pensamiento circular"
58,5 x 77,5 cm
Collage, acrílico y metacrilato sobre tabla.
"Polinización"
58,5 x 77,5 cm
Collage, acrílico y metacrilato sobre tabla.
LATENS,LATENTIS 40 x 91 cm Collage y acrílico sobre tabla |
Galería de imágenes en la Sala de exposiciones La Casa del Mar de Mazarrón (Murcia, España):
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